lunes, 10 de diciembre de 2018

Reflexión final

En este curso sobre tutorización de cursos online del CRIF Las Acacias he tenido ocasión de trabajar dos aspectos en relación con la tutoría: las herramientas de comunicación y la evaluación online, el trabajo en grupo.


Ideas previas

En mi primera entrada expuse mi punto de partida, como alumno de cursos online (no solo del CRIF "Las Acacias") y como tutor (en las aulas virtuales de mis asignaturas en el instituto).


Conexión de las ideas previas con las actividades del curso

A lo largo de todas las entradas expuse cómo las tareas realizadas a lo largo del curso me permitieron extender mis ideas previas:
  • En el primer bloque, sobre las funciones del tutor relacionadas con la comunicación y con la evaluación:
    • Crear un vídeo de presentación como tutor.
    • Afrontar situaciones comunicativas desde el punto de vista de un tutor del CRIF.
    • Practicar la actividad de un tutor del CRIF en la interacción con los alumnos en el Aula virtual.
    • Crear una tarea en el Aula virtual.
  • En el segundo bloque, sobre el trabajo en grupo:
    • Participar en un taller sobre la elaboración de una ayuda.
    • Participar en un trabajo en grupo, analizando casos de trabajo grupal.


Inquietudes despertadas y desafíos futuros

Así mismo, expuse las inquietudes despertadas a lo largo del curso y los futuros desafíos como tutor de cursos online:
  • En el primer bloque, sobre las funciones del tutor relacionadas con la comunicación y con la evaluación:
    • ¿Cómo actuar cuando los participantes no son alumnos adolescentes, sino compañeros adultos?
    • ¿Cómo conseguir ese trato personal, cuando el contacto con los participantes puede ser esporádico (poco más que en el foro de bienvenida, a través de las tareas, y en el foro de despedida), y los cursos tienen una duración de pocos meses?
  • En el segundo bloque, sobre el trabajo en grupo:
    • ¿Cómo ayudar "en remoto" a los alumnos a través exclusivamente del Aula virtual? ¿Cómo guiar "en remoto" a un grupo heterogéneo cuando no alcanzan un acuerdo?
Estas inquietudes reflejan las, a mi modo de ver, tres diferencia fundamentales entre los cursos del CRIF y las clases en el Instituto: no se trata con adolescentes, sino con adultos (es más, compañeros); la relación con los participantes no es extendida en el tiempo, sino a lo largo de unas pocas semanas; el trato no es personal, sino a través del Aula virtual. Estas diferencias no suponen un problema insalvable, sino que se hará necesario un cambio en las estrategias de mi día a día en mis clases del instituto con respecto a las correspondientes a la tutorización en el CRIF.


Conclusión

El proceso de aprendizaje a lo largo de este curso me ha servido para conocer más de cerca los cursos del CRIF desde el punto de vista del tutor. Creo que la tutorización en el CRIF supone un reto emocionante, que servirá para complementar mis habilidades personales y profesionales, como guía de mis alumnos a lo largo de los contenidos y las actividades en mi práctica docente.

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